9 de abril de 2010

REFLEXION DESDE LA MONTAÑA




“Déjenme decirles, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad. 

Quizá sea uno de los grandes dramas del dirigente; éste debe unir a un espíritu apasionado, una mente fría y tomar decisiones dolorosas sin que se contraiga un músculo. Nuestros revolucionarios de vanguardia tienen que idealizar ese amor a los pueblos.

No puede descender con su pequeña dosis de cariño cotidiano hacia los lugares donde el hombre común lo ejercita.”

                                                                                           Che




Pero puedes decir mas.   Nuestros revolucionarios de vanguardia que ves la amanaza a la vida en si, tienen que idealizar ese amor a los pueblos y a todo el mundo natural.

No puede descender con su pequeña dosis de cariño cotidiano hacia los lugares donde el hombre común lo ejercita, ni en media de la naturaleza, sino con comprensión  de la vida.. Y la vida es supervivencia.
La supervivencia natural de cada animal depende de su nivel de
evolución. La supervivencia más primitiva es simplemente la
auto-supervivencia. En etapas más avanzadas, la protección de las
vidas nuevas forma parte del programa.

Todavía más avanzados son los animales como el lobo y el elefante, que

han generado la supervivencia que incluye la supervivencia del grupo.


En la etapa más evolucionada en este momento, existe el programa

natural para  proteger el medio ambiente que nos soporta a todos, a la
progenie y a la tribu. El trabajo de la mente humana es de generar la
manera precisa de ejecutar este impulso.


Está claro que este sistema natural tan completo no está funcionando…

y sabemos porque. Es la Identidad que genera la conceptualización de
nuestra importancia y la ilusión de una separación como un ser
superior. Subliminalmente, nuestros sistemas, corrompidos por el Yo,
Ego y Súper-ego, generan confusión, codicia, aversión y un miedo al
futuro que forman una manta de oscuridad encima de la naturaleza.


Nosotros, con esta Identidad y con las fuerzas subliminales, somos el

enemigo de la fuerza de la vida.


Pudiera ser perfecto si todos tuviéramos consciencia de esto y

entráramos en un camino del Dharma para recuperar todo lo que es
natural.

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