REFLEXION SOBRE EL SUFRIMIENTO DE LOS ANIMALES

La mejor pregunta a realizar aquí es; ¿por que la criatura humana causa tanto sufrimiento en otros animales?

 

Debemos contestar con una sorprendente afirmación: No lo hace.

 

No lo hace por la simple razón de que los animales no sufren.

 

Los gritos de indignación repican en el aire ahora y las pasiones despiertan “ El grito insiste...“Con toda claridad los animales sufren”


Antes de continuar definire lo que es el sufrimiento.



Podemos empezar con una definición del diccionario, pero en vez de ello empecemos tratando de construir una definición desde nuestras propias vivencias.

¿Tu sufres? … Desde luego que lo haces.

 

Cuando pierdes las llaves, rompes una fuente, quemas algo que cocinas; sufres. Este sufrimiento no es tan severo como cuando cometes errores críticos en lo que haces, pierdes una pareja, te rompes una pierna, o te encuentras en paro. No hemos mencionado, desde luego, el sufrimiento de la mente, las ansiedades y depresiones, las inquietudes y expectativas, o el sufrimiento que acompaña la enfermedad, la vejez y la muerte.

 

¿Que es lo común a todos estos sucesos?

 

La EXPERIENCIA. ¡Al fin hemos avanzado un poco en nuestro entendimiento! ¿Que mas podemos decir acerca de esta experiencia? Lo mas importante es, que tu sabes que tu eres, “uno que está teniendo la experiencia”. En otras palabras puedes declarar con certeza; “Yo Sufro”

 

Está claro que es este “Yo” quien gira y da vueltas sobre si mismo construyendo vueltas y vueltas de sufrimiento en relación a un único suceso. El primer criterio para sufrir es pues, saber que uno sufre. Mira a tu sufrimiento, no importa cuan pequeño sea, y verás que esto es cierto.

 

Estarás de acuerdo entonces en que si otros animales no poseen la identificación de si mismos como un “ser”, está claro que no pueden sufrir.

 

La pregunta principal es entonces si otros animales, diferentes de la criatura humana, pueden definirse a si mismos conscientemente como “YO”

 

Si un animal, no tiene los mecanismos psicológicos para generar esta idea de “Yo”, entonces, no puede sufrir. Esto resulta bastante elemental.

 

Empecemos, no con la forma mas simple de animal, el protozoo, pero si con el caracol. ¿Puede sufrir?

 

Si piensas que lo hace, entonces debemos atender a su capacidad para hacerlo.

¿Puede su Identidad enfrentarse a la simple reacción de un estímulo nocivo? Bueno... en primer lugar no tiene cerebro. Su funcionamiento se encuentra simplemente basado en ganglios mayores. Recibe las señales sensoriales y reacciona, pero no existe un mecanismo cognitivo. El no decide nada. Responde de acuerdo a sus circunstancias al igual que todos los demás caracoles pero él no se observa a si mismo como sufridor.

 

Entonces quizá podamos decir que no todos los animales sufren, pero si sólo los superiores en la escala animal, sea lo que signifique.

 

Intentemos averiguar que animales tienen la capacidad de sufrir. Todo depende claramente del cerebro, por que si allí existe un concepto que permita la identificación del Yo, en donde exista un “yo o no yo” es el cerebro quien debe hacerlo.

 

En términos normales podemos llamar al cerebro “materia gris”. En términos científicos podemos llamar al nivel de su desarrollo: “cefalización”

 

Observemos el índice de cefalización de varios animales:

En el ser humano el nivel de cefalización es de 35

En el chimpancé solo 5,2

En el Gorila y el Orangután 3.

0,97 en el caballo y 0,47 en la ballena.

 

Cuando llegamos al palomo estamos hablando de acerca de un 0,01 de cefalización, una medida cuantitativa que da nacimiento a la denominación común de una persona estúpida como un cerebro de palomo.

 

Por último vayamos a la gallina cuyo peso en términos “cefálicos” es de 0,001

 

Hagamos una comparación entre el hombre con 35 y el perro con 0,37. Ello significa que la criatura humana tiene una cefalización 100 veces superior que un perro.

 

Cuando hacemos la comparación entre un pollo y la criatura humana con 0,001 y 35 respectivamente conseguimos un índice de cefalización 35.000 veces superior.

 

Muy bien: se puede decir que un hombre es 100 veces mas inteligente que un perro y 35.000 veces mas que un pollo, algo que no siempre tan obvio si vamos a juzgar su comportamiento en este mundo, pero ello no PRUEBA DEFINITIVAMENTE que no sufran. Siendo conservadores podríamos decir que los humanos tienen una capacidad de sufrir 100 veces mayor.

 

Si incluyéramos el dato de que la dotación cerebral del hombre es 300% mayor que la de los antropoides mas cercanos, tampoco probaría nada.

 

¿Cuales son los órganos del sufrimiento, aparte de que la dotación cerebral juegue un papel importante en su desarrollo y extensión?

 

Bien…. Decimos que la criatura humana tiene tres identidades principales. Una visceral que depende de las sensaciones, una discriminativa con emociones y otra cortical con el pensamiento.

 

¿No sufrimos con las sensaciones?

¿No sufrimos con las emociones?

Y ¿no sufrimos con los pensamientos?

 

Actualmente en las circunstancias que el ser humano es consciente las respuestas son No, No, y Si. Sufrimos cuando las sensaciones y emociones desarrolladas por la identidad se trasladan a pensamientos conscientes.

 

Ahora podemos decir que la Identidad en relación con las sensaciones se denomina Yo, la identidad en relación con las emociones Ego y la identidad relacionada con el pensamiento, Superego. Pero se trata realmente de una identidad con dimensiones diferentes dependiendo de su “locus”, los diferentes procesos internos.

 

De donde surge esta Identidad? Podemos pensar en un proceso humano con cinco divisiones: Sensación, discriminación, percepción, volición y consciencia. La identidad surge en la percepción como una ilusión natural de diferenciación, está desarrollada e interpretada por la Volición, experimentada en la consciencia y aplicada a la sensación, discriminación y percepción.

 

Bien, hemos encontrado un importante punto en nuestro entendimiento, “Yo”, la auto identificación, deriva de una natural ilusión de la percepción, pero es elaborada como un elemento separado de verdad en la volición.

 

En otras palabras, un perro puede ser psicológicamente capaz de separarse a si mismo de otras criaturas incluyendo su propia especie, pero no puede concebir esta diferencia a menos de que tenga un proceso para realizarlo. En otras palabras puede reaccionar perfectamente a sus condiciones y expresar una respuesta a condiciones estresantes sin sufrir, ya que no sigue un proceso de “autoreconocimiento”.

 

Las señales para ser interpretadas como “mías” deben ascender hacia altos niveles de integración antes de ser elaboradas. Podemos ir mas allá, podemos decir que a menos que un animal tenga la capacidad para desarrollar la elocución de frases y nombres, y tenga la decisión de refinar esta capacidad, no puede sufrir.

 

Piensa en ello con realismo por un momento. Mira tu sufrimiento. Requiere la aplicación de ideas y conceptos complejos. Ahí es donde el “Yo” se origina.

 

 

Esto no desmiente que el perro, el gato o cualquier otro animal pueda responder a condiciones en las que el ser humano pueda experimentar sufrimiento y que ello no sea exhibir respuestas semejantes a las del ser humano en esas condiciones. Pero NO SUFREN.

 

Responde a CONDICIONES que son extrañas a su ESTADO POSITIVO.

 

En otras palabras, lo que estamos diciendo aquí, no afecta para nada a si un animal SUFRE o no, aunque nunca deba ser situado en dichas condiciones, extrañas a su estado positivo, por intervención humana.

 

Ponlo en lenguaje simple. Actúa siempre hacia los animales con verdadera Compasión,

Actuar así muestra benevolencia y un claro entendimiento de la condición natural y de la importancia de mantener esta condición natural siempre que sea posible.

 

En otras palabras, para la DEFENSA DE LOS ANIMALES, su sufrimiento es irrelevante.

 

¿Por que es esto tan importante de comprender? Es importante por que si nos centramos en su sufrimiento, como criterio para su defensa, la defensa que hagamos de su verdadera naturaleza estará basada en el grado en que pensamos que sufren.

 

La asociación antropomórfica determinará nuestra protección. Protegeremos al delfín y el lobo, más que al mosquito, la mosca y la cucaracha.

 

Protegeremos más a la jirafa y a la cebra que a la vulgar hormiga.

 

Esto sería un error. La protección basada en la falsa idea de su sufrimiento dependerá en cuanto reaccionan y gritan en condiciones adversas.

 

Si un mosquito gritase como un gato cuando es aplastado, ¿seríamos igual de capaces de matar un mosquito, que para su supervivencia roza nuestra preciosa piel humana?

 

¿Si una gallina, quizá 35 mil veces menos inteligente que nosotros, lanzase el afligido aullido de un lobo cuando es enjaulado en abominables condiciones, sería mantenida en la jaula en la forma que actualmente lo es?

 

Seguramente muchas no.

 

Pero la agonizante verdad relativa al comportamiento humano es tal, que probablemente lo haríamos. Quizá no por nosotros mismos, pero si permitiríamos que sus cuerdas vocales fueran extraídas quirúrgicamente antes del enjaulamiento para permitir ese constante flujo de huevos que comemos.

Pasamos a otro punto. Tú sufres cuando ves una animal aparentemente sufriendo por la injusticia humana. Probablemente si.  ¿Imagino que quieres parar este sufrimiento, no es así?  ¿Entonces sufres por la mosca o mosquito? 

Abre los ojos bien.  Los animales sienten dolor igual que nosotros. Responden a este dolor, pero no entran en la red de la mente con sufrimiento egocentrico.

Realmente, no importa que no sufran. Cualquier acción humana que causa daño o dolor es injustificada.  Pero tu sufrimiento es superfluo y no natural... es Identidad.

En el sistema natural humano, cuando la Identidad ha sido eliminada o como mínimo apartada, puedes ver claramente el daño y dolor y reaccionar correctamente con eficacia para remediar esta situación, sin la ayuda de Cognición. Cognición puede ayudar con método, pro no es el controlador... y que es más... la reacción al dolor y al daño  no es necesaria, con la mente libre de Identidad es mucho mas eficaz y hay una  comprensión mejor de los animales que son victimas de los seres humanos, hasta la mas mínima criatura.