21 de abril de 2010

ROBOTS SOCIALES




Esta mañana voy a añadir una nota a la entrada de ayer, antes de pasar a otro tema importante.

Ayer hablé de los Madelman y de Ken y Barbie, que condicionaron en gran parte las vidas de muchas personas no hace tantos años. Me imagino que los Madelman se han jubilado sin llegar a generales y que, en vez de la imaginación y un impulso natural para seguir el patrón de los juegos de guerra, la nueva era nos ha traído las “Gameboys” y la participación activa en la violencia.

Los niños han perdido incluso la imaginación que estaba ahí cuando no se hacía nada por ellos. Ahora aprietas botones y te preparas para la guerra... A lo mejor los fabricantes más finos no usan palabras como “Matar”, pero “Destruir” está bien y se acepta.

Así pues, los de la nueva generación nos hemos alejado otro paso más de permitir que el ser humano natural dé un paso al frente desde nuestro inconsciente.

Algunos adultos que detestan la violencia y se sienten muy virtuosos en las manifestaciones por la paz siguen comprando esos juguetes, y por supuesto todo está preparado para que haya más avances negativos.
¿Dónde están las pruebas de destreza de las Gameboys que salvan a los animales de las trampas de los cazadores furtivos, sin matar a los matadores? ¿Dónde están los juegos que insisten en que entiendas la naturaleza a un nivel no cognitivo antes de que pases a otra fase?... Igual eso se parece demasiado al aprendizaje y tiene poco de acción.

Sólo cuando la enseñanza de la naturaleza consiga abrir la puerta a una comprensión más profunda y vaya más allá de los “estudios sociales” y la “ciencia general” se acercarán nuestros niños al “nivel” de ser criaturas humanas, no robots sociales.

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